¿Cómo afectan LAS EXCUSAS a mi vida?
Las excusas nos detienen, no nos dejan avanzar, sin darnos cuenta comenzamos a justificarnos, y de excusa en excusa estamos detenidos en el mismo lugar todo el tiempo.
Las excusas, solemos transformarlas todos los días en argumentos y explicaciones totalmente lógicas y razonables para justificar lo que nos tiene apartados del éxito que deseamos y no alcanzamos.
Aquí tienes algunas situaciones cuando usamos las excusas:
- Los pensamientos erróneos y las malas decisiones.
- La falta de tiempo.
- El conformismo y la comodidad.
- El miedo a correr el riesgo.
- Ideas preconcebidas: Por la cultura global de miles de generaciones que nos anteceden y nos tiran su peso directo al subconsciente desde que nacemos. ("solo los ricos pueden hacer dinero"; " si fuera tan sencillo, lo haría todo el mundo", "no tengo el dinero necesario", "sería una locura dejar mi trabajo", "teniendo dinero cualquiera invierte”, etc.)
Cuántas excusas se han dicho para ocultar errores, tapar faltas, encubrir una actitud irresponsable o tratar de esconder la mediocridad. Desde culpar a la lluvia, al tráfico, al calor o inventarnos enfermedades hasta de un familiar muy cercano, son parte de las miles de excusas que se dicen para “salvarse” de un regaño o una sanción y justificar un error cometido.
Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE) la excusa significa “Motivo o pretexto que se invoca para eludir una obligación o disculpar una omisión”.
Las excusas son seductoras, tienen un poder de persuasión tremendo, principalmente sobre nosotros mismos ya que ofrecen justo lo que queremos, cuando lo queremos, Las excusas tienen una variedad tan grande que sería prácticamente imposible cubrirlas.
Probablemente el mayor poder de las excusas inconscientes reside, precisamente, en que son inconscientes y por lo tanto no parecen excusas, sino razones bien fundadas e incluso naturales.
¿Cómo detecto las EXCUSAS?
Antes que nada hay que comprender bien a fondo la naturaleza de las excusas o justificaciones, como es que funcionan, como las creamos y finalmente como las creemos sin pensar que en realidad se trata de excusas.
Las excusas no vienen de una parte malintencionada de nuestro cerebro en realidad son un resultado bastante natural de nuestra capacidad racional. Son un mecanismo de defensa,
¿Hay algo que no te gusta? Mantente alejado.
¿Hay que hacer cosas que te parecen molestas, cansadas agotadoras o aburridas? No las hagas.
Tenemos que salirnos de nuestra zona de confort, hacer un esfuerzo adicional y perder de vista, de a ratos, nuestros límites de comodidad, seguridad, no presión, costumbres...
Pero claro, hacer este esfuerzo no es fácil y nos ponemos mil excusas, de modo que, lo que te propongo es, simplemente, identificar las excusas que hacen que no nos salgamos de nuestra zona de confort.
Una vez identificadas, será mucho más fácil darnos cuenta de cuando no queremos salir...
- La Negación
Siempre que nos piden algo extra, diferente o en otro momento del día al que no estamos acostumbrados, nuestra primera respuesta es: No, es que... me pillas... ¿ahora mismo?....
- El Auto-sabotaje
¡Con lo que nos cuesta comenzar algo, ¿por qué siempre nos desviamos?!
Un ejemplo claro: ¡¡No he tenido mi cuarto más ordenado que cuando estaba en plenos exámenes de la facultad!! Después de colocar los apuntes, los bolígrafos, la música relajante... una vez que me conseguía sentar a estudiar, miraba alrededor y... ¡Vaya como tengo el armario... ufff, voy a hacer la cama... ¡¡voy a ordenar los libros por colores, altura y fechas de edición!!...
- Las Circunstancias
Soy una víctima de las circunstancias: Mi edad, mi compañero, mi pareja, mis hijos, mi enfermedad, la hora, el tiempo, la crisis, el trabajo,... ¡La queja es la mayor zona de confort que existe y en la que estamos más cómodos!
- Siempre ha sido así
Si ha sido así siempre y ha funcionado, ¿Por qué cambiar?, ¿Por qué implementar un nuevo proceso?, ¿Por qué mejorarlo?...
- La procrastinación
Acción (o hábito) de postergar actividades o tareas que uno debe atender, por otras acciones más irrelevantes pero más agradables.
Aprende a decir NO, sin poner EXCUSAS, Actúa con madurez emocional.
En realidad no es muy complicado, si nos dijeran que hay algo que hacer que nos gusta, aunque tengamos mucho trabajo o estemos cansados si podemos hacer lo haremos, pero en la misma situación, otras actividades nada atractivas, nos parecerán inadmisibles si no es que imposibles,
Es así la magia de las excusas, en realidad nos protegen de lo que no nos gusta, ya que no encontramos un sentido para hacerlo y es un proceso racional normal, aunque no es muy sencillo, si lo fuera, las excusas no nos funcionarían. El problema aquí, sería ¿qué tan frecuentemente encuentro “pero” o me excuso ante algo que se me presenta?
También hay que entender que el mecanismo de las excusas no se refiere a un mecanismo de razones torcidas y falsas, pueden existir excusas validas, que son razones y que están orientadas en nuestro beneficio: “no puedo ir la cine porque tengo que estudiar”. Aunque en realidad son las menos de las ocasiones.
No solo hay excusas validas, sino hay excusas inteligentes, que pueden ser peligrosas por lo mismo y hay excusas que podemos llamar simplemente estúpidas: “¿Por qué?, ¡porque si!” Muchas veces al pensar seriamente en ellas nos pueden hasta dar risa, o parecer absurdas.
Y hasta aquí, con esta segunda parte de LAS EXCUSAS y continuando con más EXCUSAS, continúa leyendo la próxima entrega de:
¿Cómo me deshago de mis excusas?
Y en el mientras tanto, "ten un FELIZ día, seguro que todo lo que te propongas, lo lograrás".
Solo por HOY elige ser FELIZ.
Agustina
Grafóloga Pública
GrafoEmocional
Morfopsicológa
Técnico en Bioprogramación
Contacto:
Email: graphocoach@graphocoach.com
Skype: GraphoCoach
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